28 de enero de 2010

Culebrón arácnido

Hace ya tres añitos, los de Sony le apretaron las tuercas al bueno de Sam Raimi en Spiderman 3. En el montaje final tenía que entrar Veneno sí o sí, y a Raimi no le hacía gracia ni la idea (no entraba en el guión original ni con calzador) ni el personaje (para gustos, colores)… y así quedó la película, la más floja de la joven franquicia. En plena fase de pre-producción de la nueva entrega, Sam Raimi se ha bajado del barco por desavenencias con Sony: no habrá Spiderman 4 o, por lo menos, no la dirigirá él… y no la interpretará Tobey Maguire… y… y comienza una interminable avalancha de rumores.

Por lo visto, Sony quería relanzar la franquicia (o “reboot” –resetear–, como lo llaman ellos) en un futuro cercano, pero tras el follón organizado en torno a la cuarta entrega parece que van a saltarse ese paso e ir directamente a por una nueva trilogía. La verdad es que no comprendo la necesidad de resetear conceptos que nacieron en 2002 y funcionaron; pero bueno, por el horizonte también amenaza el rumor del Superman de los Wachowski con la misma intención respecto al de Bryan Singer (un producto aún más joven, si cabe) o el mostrar la cara adolescente de los mutantes. Al grano, las grandes preguntas son: ¿Quién dirigirá? ¿Quién será el nuevo Spidey?


El baile de nombres no se ha hecho esperar. Creo que ya es oficial que la dirección recaerá en Marc Webb, cuya única película conocida como director es la comedia romántica semi-indie (500) Days of Summer. Curiosa elección (con la batuta de mando va un bote de vaselina, gentileza de los mandamases de Sony). Y para interpretar al trepamuros por ahora han sonado dos nombres: Joseph Gordon-Levitt y… ¡¡Robert Pattinson!!, de quien os doy una pista del rumbo que podría tomar la nueva franquicia.


Coñas al margen, The Pattinson Himself lo desmintió al asegurar que estaba un poco hasta el gorro del fenómeno fan y que haría falta ser idiota para meterse por voluntad propia en otro emboláo como el de Crepúsculo (no lo decía así, claro, esto es mi lectura entre líneas). Yo no me atrevo a descartar nada hasta que no vea el casting definitivo colgado en Imdb sin la etiqueta “rumored”, pero es divertido imaginar cómo se llevarían l@s nuevos fans del arácnido con los de toda la vida si se contratara al famoso vampiro. El otro candidato, Gordon-Levitt, tiene 28 años, lo que se da de morros con la intención del estudio de remozar al personaje y contar sus primeras historias. A su favor juega el haber trabajado en la única película de Webb cosechando buenas críticas.


Más nombres, ahora de féminas: Anne Hathaway, Rachel McAdams, Romola Garai y Julia Stiles. No se sabe para qué personaje; en las quinielas entran Felicia Hardy (alias la Gata Negra) o una nueva Mary Jane, aunque ni siquiera tienen por qué ser estas. No voy a valorar lo adecuado de su físico ni su talento para encarnar ambos roles, pero hay un par que no me encajan de ninguna de las maneras (ojo, igual que Pattinson o Gordon-Levitt). Lo que sí suplicaría a los responsables del nuevo Spidey es que le den patada a Kirsten Dunst en cualquiera de los casos.


En cuanto a los villanos, tras hablar de Matanza y el Lagarto (que ha ido tomando forma durante las entregas anteriores), parece ser que el premio se lo lleva John Malkovich como el Buitre. A la izquierda os dejo el diseño original del personaje, deliberadamente ridículo. No sé yo… Nuevamente, este sí está confirmado, pero (cómo no) tampoco se descartan incorporaciones de última hora.


Seguiremos informando ^^.


(PD: como fan me duele, pero este proyecto me da una mala espina...).


23 de enero de 2010

Cine: "Sherlock Holmes"

Guy Ritchie vuelve a la carga con otra de sus películas cargadas de acción y bromance. Seguimos estando en su Londres de los bajos fondos, hogar de la más variopinta gentuza, pero esta vez a quien seguimos la pista no se llama Johnny Gatillo ni Frankie Tresdedos (o una chorrez similar); se llama... Sherlock Holmes. Puede que os suene, je. Vale, es cierto que Guy Ritchie y Sherlock Holmes en una misma frase suena un poco a chiste; sin embargo, ¿no debería dar igual si el chiste, al final, tiene gracia?


Los responsables de dar vida a Holmes y Watson son Robert Downey Jr. y Jude Law, con lo que todo sigue pareciendo una gran coña. Cuando sus responsables contaron que se alejaría de las aproximaciones al personaje realizadas hasta la fecha, tampoco nos extrañó en exceso. ¿De qué manera conjugar, si no, todo lo citado anteriormente? Conjeturas, conjeturas... lo más recomendable siempre será partir de los hechos: el resultado final.


Por fin se apagan las luces y arranca la película. Los logos de las productoras adornan el empedrado irregular del Londres victoriano, cámara nerviosa, oscurantismo, un villano interesante, ¡artes marciales!, amoríos del pasado, camaradería... Es Guy Ritchie, pero también es Sherlock Holmes. Aunque la mezcla es peculiar, no por ello deja de ser la mar de divertida, así que seguimos viendo la película disfrutando del carisma de Downey y Law (y su innegabla química), de un caso con enigmas llamativos –donde dije oscurantismo puedo decir magia–, y de un nuevo enfoque fumeta-zen-macarra-guarrillo-paranoico con un punto Jack Sparrow de Holmes (y Watson, con quien un servidor ha disfrutado por encima del conjunto) que se revela sin ningún complejo como el inicio de una nueva franquicia.


Bienvenida sea.


(pd: los créditos del final son una joyita. Contienen spoilers relativos, aunque si no os importa podéis verlos aquí)


7 de enero de 2010

Cine: "Solomon Kane"

Solomon Kane es otro de los personajes nacidos de la pluma de Robert E. Howard, padre literario de Conan, el bárbaro más famoso de la historia. Nunca he seguido las aventuras del cimmerio en ninguno de sus formatos, y todo mi conocimiento de Solomon se remonta a un videojuego del anciano Spectrum 48k. Lo bueno de esto es que no llevaba ideas preconcebidas sobre qué me encontraría en la película –no había visto ni el trailer–; lo malo es que me perdí todo guiño existente al universo creado por Howard.


Lo que me encontré fue una historia que bebe de la espada y brujería más clásica, con un héroe peculiar pero bien definido (un villano reconvertido), secundarios y antagonistas la mar de interesantes y una trama (por fin!) que avanza de forma pausada, coherente y entretenida. Viéndola me vino a la cabeza el genial Berserk de Kentarö Miura: el jinete enmascarado de Solomon podría ser cualquiera de los engendros que ponen cada dos por tres a Gatsu entre la espada y la pared en un mundo en el que cualquier cosa es posible porque la magia sigue existiendo.


He leído varias críticas que esgrimen el término “serie B” como arma para atacar a Solomon Kane. Tal vez en la película no aparezcan miles de extras generados por ordenador en batallas mastodónticas cada veinte segundos, ni tenga efectos de última hornada, ni tampoco grandes estrellas –ni falta que le hace, porque James Purefoy como Solomon lo borda– pero, visto el resultado, de estas supuestas carencias surge su mayor virtud. Es consciente de lo que es y, sin ser el colmo de la originalidad, ofrece una historia bien contada cuyo interés no decae ni un solo instante. Creo que la “serie A” debería aprender humildad de su hermana pequeña. Muy recomendable.