Guy Ritchie vuelve a la carga con otra de sus películas cargadas de acción y bromance. Seguimos estando en su Londres de los bajos fondos, hogar de la más variopinta gentuza, pero esta vez a quien seguimos la pista no se llama Johnny Gatillo ni Frankie Tresdedos (o una chorrez similar); se llama... Sherlock Holmes. Puede que os suene, je. Vale, es cierto que Guy Ritchie y Sherlock Holmes en una misma frase suena un poco a chiste; sin embargo, ¿no debería dar igual si el chiste, al final, tiene gracia?
Los responsables de dar vida a Holmes y Watson son Robert Downey Jr. y Jude Law, con lo que todo sigue pareciendo una gran coña. Cuando sus responsables contaron que se alejaría de las aproximaciones al personaje realizadas hasta la fecha, tampoco nos extrañó en exceso. ¿De qué manera conjugar, si no, todo lo citado anteriormente? Conjeturas, conjeturas... lo más recomendable siempre será partir de los hechos: el resultado final.
Por fin se apagan las luces y arranca la película. Los logos de las productoras adornan el empedrado irregular del Londres victoriano, cámara nerviosa, oscurantismo, un villano interesante, ¡artes marciales!, amoríos del pasado, camaradería... Es Guy Ritchie, pero también es Sherlock Holmes. Aunque la mezcla es peculiar, no por ello deja de ser la mar de divertida, así que seguimos viendo la película disfrutando del carisma de Downey y Law (y su innegabla química), de un caso con enigmas llamativos –donde dije oscurantismo puedo decir magia–, y de un nuevo enfoque fumeta-zen-macarra-guarrillo-paranoico con un punto Jack Sparrow de Holmes (y Watson, con quien un servidor ha disfrutado por encima del conjunto) que se revela sin ningún complejo como el inicio de una nueva franquicia.
Bienvenida sea.
(pd: los créditos del final son una joyita. Contienen spoilers relativos, aunque si no os importa podéis verlos aquí)
Gloriosa, me encantó. Como la mayoría, yo también arrugué el ceño al enterarme del cast. Al bueno de Downey Jr. todavía...Pero Jude Law? Puedo querer casarme con él, pero verlo como Watson es otra historia.
El caso es que chapeau. Sin duda Watson y, por extensión, su relación con Holmes es lo mejor de la película. Es divertida, porque el bueno de su alter-ego doctor Wilson, para tratar con energúmenos como House/Holmes HAY que tomárselo con humor. Y a la vez tiene ese regustillo trágico de codependencia: no es ningún secreto que Holmes está fatal. Aquí el rapé era políticamente incorrecto, pero básicamente lo del alcohol no es lo único a lo que le da.
En fin, que para ser breves, estuvo bien. ¿Qué más da que en la solución final haya un poco de trampa o que el malo de tan malo sea gracioso? Uuuuh, mi malignidad absoluta me ha llevado a concebir la rey de todos los planes malevolentes: ¡sobornar al de la horca!
Disfruté con Watson, con cómo no puede dejar atrás a su amigo por mayúscula que sea la putada sufrida y con cómo siente fascinación por lo tenebroso y lo incomprensible, lo que le arrastra una y otra vez hacia la personalidad genial y torturada de Holmes… aunque esta se camufle bajo toneladas de esperpento. Jude Law está estupendo en el papel (yo nunca he querido casarme con él, así que eliminemos el prejuicio positivo ;p)… ¡y mira que tenía reparos!
Como comentas, parte de la gracia de su relación no nos pilla por sorpresa por culpa de Wilson, el capullo de House y su retorcido toma y daca. Es gracioso que Downey Jr. insista tanto en las entrevistas en que es un producto para todos los públicos y tal cuando Holmes se mete de todo durante la película (“¿Sabía que lo que está tomando se usa en cirugía ocular?”), droga al perro y es un asocial con mil patologías. Para todos los paladares, claro que sí.
Y ya que has abierto la caja de Pandora: SPOILERS (RED ALERT, RED ALERT!). Blackwood y su rollo de las artes oscuras despertaron mi curiosidad desde un principio; ya sabía que existe una sustancia que disminuye los latidos del corazón y simula un estado mortecino, pero no tenía ni idea de cómo evitar la rotura de cuello en la horca… así que no pude evitar la decepción cuando al final Holmes desvela su plan “maestro” al completo (Cos llevaba avisándome toda la película de que eso pasaría, y ni así).
Pese a todo, poniendo en la balanza todo lo bueno y lo malo me quedo de lejos con lo bueno: otro tanto para Guy Ritchie.
2 comentarios:
Gloriosa, me encantó. Como la mayoría, yo también arrugué el ceño al enterarme del cast. Al bueno de Downey Jr. todavía...Pero Jude Law? Puedo querer casarme con él, pero verlo como Watson es otra historia.
El caso es que chapeau. Sin duda Watson y, por extensión, su relación con Holmes es lo mejor de la película. Es divertida, porque el bueno de su alter-ego doctor Wilson, para tratar con energúmenos como House/Holmes HAY que tomárselo con humor. Y a la vez tiene ese regustillo trágico de codependencia: no es ningún secreto que Holmes está fatal. Aquí el rapé era políticamente incorrecto, pero básicamente lo del alcohol no es lo único a lo que le da.
En fin, que para ser breves, estuvo bien. ¿Qué más da que en la solución final haya un poco de trampa o que el malo de tan malo sea gracioso? Uuuuh, mi malignidad absoluta me ha llevado a concebir la rey de todos los planes malevolentes: ¡sobornar al de la horca!
...
...
Really?
L xx
Disfruté con Watson, con cómo no puede dejar atrás a su amigo por mayúscula que sea la putada sufrida y con cómo siente fascinación por lo tenebroso y lo incomprensible, lo que le arrastra una y otra vez hacia la personalidad genial y torturada de Holmes… aunque esta se camufle bajo toneladas de esperpento. Jude Law está estupendo en el papel (yo nunca he querido casarme con él, así que eliminemos el prejuicio positivo ;p)… ¡y mira que tenía reparos!
Como comentas, parte de la gracia de su relación no nos pilla por sorpresa por culpa de Wilson, el capullo de House y su retorcido toma y daca. Es gracioso que Downey Jr. insista tanto en las entrevistas en que es un producto para todos los públicos y tal cuando Holmes se mete de todo durante la película (“¿Sabía que lo que está tomando se usa en cirugía ocular?”), droga al perro y es un asocial con mil patologías. Para todos los paladares, claro que sí.
Y ya que has abierto la caja de Pandora: SPOILERS (RED ALERT, RED ALERT!). Blackwood y su rollo de las artes oscuras despertaron mi curiosidad desde un principio; ya sabía que existe una sustancia que disminuye los latidos del corazón y simula un estado mortecino, pero no tenía ni idea de cómo evitar la rotura de cuello en la horca… así que no pude evitar la decepción cuando al final Holmes desvela su plan “maestro” al completo (Cos llevaba avisándome toda la película de que eso pasaría, y ni así).
Pese a todo, poniendo en la balanza todo lo bueno y lo malo me quedo de lejos con lo bueno: otro tanto para Guy Ritchie.
¡Saludos!
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