26 de agosto de 2011

"Super 8", regreso al pasado

Casualmente atisbas dos nombres en un poster: Steven Spielberg y J.J. Abrams. Uno de los directores que contribuyó decisivamente a cambiar la concepción del cine colaborando con el hombre que ha hecho lo propio con las series de televisión es un punto de partida prometedor. E investigas. Descubres que juntos han creado Super 8, una película que, según ellos mismos afirman, pretende rescatar el espíritu de las cintas de aventuras de los 80, evocando ya desde el título un sentimiento de nostalgia por aquella época. El diseño del poster, ilustrado a mano, también es toda una declaración de intenciones pues tras él está Drew Struzan, responsable de imágenes tan icónicas como las de Indiana Jones, Star Wars, Blade Runner, Regreso al Futuro, Los Goonies, E.T y un largo etcétera. El envoltorio está trabajado, es evidente, ¿pero qué hay de la película? 

En ella se nos cuenta cómo un grupo de amigos está rodando un corto sobre zombies para participar en un festival de cine. Al conseguir que Alice, la chica guapa de la clase, decida ayudarles e interpretar un papel, ya pueden filmar las secuencias que faltan. Esa misma noche se escapan para rodar y son testigos inesperados de un terrible accidente que nunca deberían haber presenciado... ¡Y hasta aquí puedo contar! Los chicos, novatos o poco conocidos, desprenden química y sus interacciones son muy divertidas (Cary, el muchacho de la ortodoncia, es la repera). Se nota que Spielberg y Abrams se identifican con las vivencias de estos chavales y, probablemente, hayan colado más de un dato autobiográfico. Alice, interpretada por Elle Fanning quien sí tiene un currículo dilatado pese a su edad, da muestras de que podemos estar ante una futura estrella; las figuras adultas, con Kyle Chandler como nombre destacado, cumplen con sus respectivos cometidos. Finalmente, la historia está contada con una buena dosis de oficio y, sobre todo, con cariño y simpatía.


Pese a las alabanzas, estamos ante una película imperfecta a la que se le pueden achacar algunos elementos: falta de originalidad (esto es tan discutible en cualquier contexto...), personajes estereotipados (ese padre rudo que en el fondo es todo amor ―realmente parece un reflejo del Coach Taylor, je―), tópicos situacionales (drama familiar, huidas y reencuentros), elementos cogidos con pinzas (el accidente, el modus operandi militar, la cinta del Dr Woodward, los cubos, la guarida, los abducidos) y... es cierto. Todo está ahí y a los puntillosos les dolerá. Yo suelo contarme entre los que le buscan los tres pies al gato y enumero las mil incoherencias de una película, aunque ésta pertenezca al género fantástico. Sin embargo, creo que Super 8 supera con nota el reto que se había autoimpuesto de recuperar una forma de hacer cine y de contar una historia de crecimiento, de superación de miedos mucho más aterradores que cualquier monstruo creado digitalmente.

Precisamente ahí estén, tal vez, los enemigos más serios de Super 8: no sentir nostalgia por lo que nos quieren contar o no tener catorce años para ponerse en la piel de estos niños y ver la vida como ellos lo hacen. Son obstáculos subjetivos, sorteables, pero a más de uno le echarán de la película, lo cual sería una lástima porque Super 8 es una gozada de principio a fin.


Otras consideraciones:
* La secuencia final es perfecta, emotiva y bellísima.
* Los títulos de crédito son imprescindibles, carta de amor al medio y cachondo broche de oro para una gran experiencia cinematográfica.
* Abrams me gusta más en cine que en televisión. En dos horas sus historias se benefician de una concreción que ya hubiéramos querido algunos para Lost (lo siento, se ha ganado una colleja perpetua :p).

¡Saludos!

4 comentarios:

Onari dijo...

Buenas, AMA. He de decir que personalmente escribo poco, pero me doy cuenta de que tú cada vez escribes mejor ;)

Veamos, Super 8. Tuve la oportunidad de verla en inglés y no sé hasta qué punto eso habrá influido (conocer al Coach Taylor tiene que haber tenido algo que ver ;)... Aunque no salga Tim Riggins! :P) Porque lo cierto es que, aunque las "cintas de aventuras de los 80" (y muy especialmente ET y Los Goonies, aka críos idiotas; la primera la vi de mayor cuando ya quería a Henry Tomas por mi amado Samuel y la segunda NI SI QUIERA LA HE VISTO!) me la traen al pairo, los diálogos de la pandilla de Super 8 me han encantado.

Supongo que lo que más viste son los efectos y la ambientación (bastante currada), pero para mí lo principal ha sido eso, las interacciones entre ellos. Hablas del psicópata pirómano :) Yo me partía con el gordito, mucho más mini Spielberg de lo que nunca llegó a serlo Dawson. La niña es una verdadera monada (soy la única que entendió que iba a otro curso? Parece mayor que ellos, pero a estas edades ya se sabe) y nuestro nuevo Elliot es sooo cute que se come la cámara.

Por supuesto, de acuerdo con que el conflicto familiar es un topicazo. Y para ñoño, el guardapelo que lleva el niño, pero aún así cuando lo suelta al final es de lo más emotivos (cómo saben ambos responsables tocar la fibra...) El bienintencionado mensaje sobre el extraterrestre y lo estupido de la manera en que los críos destapan la trama (anda, estos videos top-secret siempre han estado aquí!), amén de lo insensible que es el marine malo (pero sin ser ultramegamalo tampoco, que sigue siendo un soldado americano) son puntos "discutibles", of course, pero bueno. ¿Qué queréis? Si fuera de Tim Robbins, iría de cárceles...

En definitiva, otra cosa no, pero yo me lo pasé genial en el cine. "Production value!!!"

Oh, y sí. Ver al final "la película" durante los créditos es un punto de calité. Yo creo que hasta se la dejaron rodar a ellos!

L xx

JM dijo...

¡Hola de nuevo, Onari!

Super 8 = WIN, yes! Me alegro de que te haya gustado y que ampliemos en una el número de películas sobre las que estamos totalmente de acuerdo ;)

Me aterraba la idea de verla en castellano porque los doblajes de críos acostumbran a ser espantosos (bueno, cualquier cosa con críos es espantosa), pero el multisalas a tiro de piedra es como un agujero negro que te chupa hacia su interioooor… Sluuurp! Y ahí estábamos Cosette y yo esperando que Elle Fanning (¡magnífica!) tuviese la voz de Núria Trifol (de quien nada que tengo que objetar salvo su omnipresencia). Pero no, la cosa no fue para nada molesta. Y cuando lo fue, era para dar rienda suelta a los chavales gritándose unos a otros, como en el coche del fumeta, siendo… ¡chavales creíbles!

En serio, no pasa película o capítulo de serie sin que aparezca un crío diciendo frases totalmente impropias de su edad (cinco sobrinos pequeños me acreditan para decir esto, ejem). ¿Es que nadie supervisa los diálogos? En conclusión, que te doy toda la razón: los de Super 8son realistas, trepidantes, frescos y, sencillamente, geniales. Verla en castellano no ha supuesto un problema en ese sentido (el Coach no tenía su particular voz, claro; eso sí que daba por saco U_U). Al final el grandullón de las gafas y el que no irrumpe en la escuela quedan un poco en segundo plano, y es imperdonable que el gordito no tenga su momentazo de gloria en la guarida (aunque lo tiene al final del corto, haciendo de Hitchcock ^^). A mí me cautivó el pirómano como secundario de lujo, true (la frase que le dedica Coach cuando habla con su hijo es buenísima); luego, tanto Joe, el prota, como el dire del corto son perfectos (el truco de la monería de Joe son los ojitos caídos ;>). Ellos, junto a Alice, son el corazón de la película. Se portan como niños y hablan como niños pero, no sé, funciona. En cualquier otro caso esto me habría matado pero aquí no solo no me altera sino que me gusta.

Y lo demás, bueno… de todo. Los clichés, al menos, son de los que funcionan, que se note que es Spielberg el que está detrás (a todo esto, yo creo que el marine era bastante malote, la verdad…). Siguiendo con Spielberg, que el productor sea él suele significar que los efectos correrán a cargo de Industrial Light&Magic, lo cual significa, a su vez, que serán impecables (salvo que monten a humanoides sobre gallifantes, algo que siguen sin hacer bien, como Anakin “el defenestrado” en el Episodio II). Cuando los efectos están clavados te puedes permitir el inusual lujazo de pasar de ellos y concentrarte en la historia (cuando ni lo uno, ni lo otro = Green Lantern). En Super 8, el descarrilamiento del tren es exagerado a niveles absurdos, pero está hecho de maravilla; lo mismo con el bicho, la nave, etc. Los efectos son un caramelo técnico al servicio de la historia, que fluye gracias a los críos y al buen hacer de Abrams y Spielberg, dos narradores de primera (son tocafibras de nivel pro; toda la secuencia final lo prueba, con música como anillo al dedo y todo, vaya que sí). Por eso es tan gracioso ver después “El Caso”, montado con cortes, efectos malos, encuadres pésimos, actuaciones… esforzadas. Y lo mejor es que nos los creemos. ¡Estos actores son unos cracks!

¡Saludos!

PD: No me pareció que Alice fuese mayor que ellos. Su actitud de tía dura se lo hace parecer al principio, pero luego es como el Coach, todo ternura. But who knows…
PD2: ¡Gracias por el piropo! Eso sí, será cosa de las musas, porque es la primera vez que escribo algo en meses…
PD3: ¡Gracias por escribir! ¡En las dos entradas!
PD4: Production value!!!!!:D

Anónimo dijo...

Hola JM,
Año 2011 y de golpe es como si volviera a mi infancia cuando se hacian buenas películas de aventuras, como por ejemplo los Goonies (pues sí, lo reconozco, esa película siempre me ha encantado).
En las series J.J.Abrams tiene mucho tiempo y en mi modesta opinión se le acostumbra a ir la pinza,con giros rocambolescos en los guiones (Lost, Fringe, entre otros). En cambio en este homenaje a Spielberg está impresionante, una historia bien llevada, dialogos brillantes y una buena dosis de entretenimiento. Hecho a faltar en el cine moderno estos soplos de aire fresco, ya que nos estan acostumbrando a remakes, segundas partes, superheroes, comedias baratas,etc...
Hattori Hanzo.

JM dijo...

¡Mi forjador favorito ha vuelto! ¡Hola, Hanzo-san!;)

Como tú modestamente afirmas, a Abrams se le acaba yendo la pinza en las series (no podría estar más de acuerdo contigo) y, como digo yo al final de la entrada, me gusta más en cine que en televisión: Misión Imposible 3 y Star Trek son dos peliculones a los que ahora se suma Super 8.

A mí Los Goonies me pilló demasiado crío pero, como todo buen hermano pequeño, recuerdo a mi hermano ayer disfrutando con ella ;) (por supuesto, también recuerdo al “terrorífico” Sloth). Además, las constantes reposiciones que se hicieron de “Los Goonies” me permitieron verla a una edad más adecuada. Entre lo primero y lo segundo, la sensación de magia y aventura del cine ochentero me es muy familiar. Y eso es precisamente lo que sentí viendo Super 8.

Dicen por ahí que todo está inventado, que todo es un refrito de algo ya hecho previamente (este enlace te gustará ;>). Creo que es cierto, pero también lo es que hay refritos y refritos, y Super 8, al igual que Matrix, es de los buenos (ya, ya sé que la mención no venía a cuento :p). Son películas que no han inventado nada; sin embargo, pese a todo las disfrutamos como algo fresco aunque el concepto original tenga 20, 30 ó 40 años. Por eso, si beber del pasado va a traernos más películas como estas, bienvenidos sean los refritos.

¡Un abrazo!

PD: Acertar de pleno al evocar este sentimiento de nostalgia fue lo que quizá le faltó a Indiana Jones y la Calavera de Cristal. Existe la posibilidad de que se ruede una quinta parte (y espero que última, al menos en lo que a Harrison Ford respecta), con un poco de suerte el señor Spielberg aplicará lo aprendido en Super 8 y, mira qué te digo, creo que hasta haría bien cediéndole la batuta a Abrams...