22 de agosto de 2011

¿Leggings? No, mallas.

Repesco la actividad bloguera con una cuádruple reseña superheroica: X-Men: Primera Generación, Linterna Verde, El Increíble Hulk y Capitan América, el Primer Vengador.


El director Matthew Vaughn acertó de pleno al elegir a James McAvoy y Michael Fassbender para encarnar a unos jóvenes Charles Xavier y Erik Lensherr en X-Men: Primera Generación, el relanzamiento de los mutantes. Con el talento de ambos actores al frente del proyecto, un guión decente y su buen hacer tras la cámara (probado en Layer Cake, Stardust y Kick-Ass), la diversión estaba garantizada. El arranque de la cinta confirma la expectativa gracias a una presentación de personajes excelente: Charles, joven, con pelo y a dos patas, sorprende por su frescura; Erik, víctima de experimentos nazis convertida en cazador, acepta la ayuda de su futuro antagonista y se adueña de cada secuencia en la que aparece digo esto teniendo en cuenta que McAvoy lo clava, conque imaginad. El reclutamiento de los mutantes también es ejemplar (mención especial para la escena en el local de striptease y un divertido cameo), tanto que podríamos pasar horas admirando la camaradería entre Charles y Erik pero, por desgracia, todos sabemos que en estas películas llega un momento en el que los mutantes deben darse de hostias. 

Kevin Bacon cumple como Sebastian Shaw, líder de un grupo de villanos de irregular carisma (Emma Frost, Azazel y el actor español al que entrevistan en todas las revistas nacionales como si su personaje fuese relevante) que buscará ampliar sus efectivos explotando las contradicciones de los alumnos fieles a la causa de Charles Xavier (Mística, Bestia, Angel Salvadore, Banshee, Caos y Darwin). Los enfrentamientos entre adultos tienen miga porque se basan en lo personal e interesa ver cuándo Erik dará el paso definitivo hacia el lado oscuro pese a los esfuerzos de Charles por impedirlo. Los jóvenes, salvo Mística y Bestia, están poco desarrollados y se nota que están ahí para cubrir el cupo y reforzar la idea de supergrupo conflictivo, el germen de la futura escisión entre mutantes. Aunque ellos no están a la altura de los protagonistas, cada uno tiene un pequeño momento de gloria que contentará a los aficionados. 

Siempre es divertido ver cómo las películas basadas en comics se las apañan para distanciarse de la fuente a la par que la homenajean. En el caso de adaptaciones de superhéroes, los uniformes son una de las causas de discusión más frecuente: ¿cuero negro o lycra amarilla? Aquí salen airosos al enfundar al grupo en una especie de mono de aviación amarillo y negro la mar de digno, respetando los colores que dieron fama a los mutantes en sus inicios. Donde la lían es en soluciones visuales como la caracterización de Bestia, propia de un bicho peludo de Barrio Sésamo, o en colar el traje de Magneto sin razón alguna, con casco tintado de rojo y todo, inconsistente con la contención y sobriedad del vestuario de Erik Lensherr. Personalmente, me sorprende cómo conviven un estilismo y ambientación que recrean con mimo los años 60 con recursos algo horteras como los ya citados. También es curioso que el guión juegue con las tres entregas previas de X-Men al guiño y la referencialidad (Azazel y Rondador, Mística y Xavier), pero en otras cosas se cargue la hipotética continuidad (Bestia, la edad de algunos personajes) sin que haya un criterio aparente para ello, evitando así ser catalogada como secuela, precuela o reboot. Lo importante es que, pese a la obvia relación entre sagas, X-Men: Primera Generación es una película colmada de aciertos que puede disfrutarse como una unidad independiente; tras X-Men 3, tirando a floja, esto ha supuesto el resurgir inesperado de los mutantes y, esperemos, el nacimiento de una interesante franquicia.


Con la distinguida excepción del Señor de la Noche, la oferta de tipos en mallas ofrecida por DC Comics nunca me ha atraído. Sin embargo, como en DC se han decidido a imitar el éxito de Marvel adaptando las historias de sus personajes a la gran pantalla y es más fácil ver una peli que leer veinte comic-books, decidí dar una oportunidad a su primera apuesta seria de la nueva hornada: Linterna Verde. Me enfrenté a la historia en estado totalmente virgen, pues poco sabía a parte de que un anillo otorga poderes a un tipo normal y corriente... y poco más hay, la verdad.

Ryan Reynolds da vida a Hal Jordan, el primer humano a quien se concede el honor de formar parte del cuerpo de Linternas Verdes, un ejército de miles de miembros que mantiene la paz en el universo gracias al poder de unos anillos que canalizan la fuerza de voluntad, que está representada por el verde, color de sus trajes energéticos, del anillo y el botijo de poder que lo alimenta, de sus ataques especiales, de su planeta y de demasiadas cosas. ¡Sale verde por todas partes! Lo bueno es que los guionistas se toman este detalle con cierto cachondeo y hacen chistes a costa de ello en un par de ocasiones. "Siempre había soñado con ser un policía interestelar... verde" afirma Hal en uno de sus recurrentes momentos chistosos. Hay cosas que quedan estupendas en comic pero de pena en pantalla, algo que los responsables de arte de esta película probablemente han olvidado; entre eso y que los FX cantan bastante, el aspecto visual de la cinta es infantil (en el mal sentido) y un poco de vergüenza ajena. 

El carácter ligero y follarín de Hal, que recuerda al Tony Stark de Robert Downey Jr (aunque a años luz de este), ha disgustado a los fans del personaje. Aquí se le describe como un tipo esencialmente irresponsable con una facilidad asombrosa para huir en cuanto se le aprietan las tuercas: sin lazos, sin complicaciones. Su familia sale dos minutos al principio como gente por la que en el fondo se preocupa (un sobrinito adorable) para luego olvidarse totalmente de ellos; la churri florero de turno (Blake Lively, pobre) intenta echarle un cable hurgando en sus traumas infantiles y Hal sale por piernas; los Linternas le dan un poder que él rechaza de plano en cuanto las cosas se complican un poco... Según he leído, Hal Jordan es un hombre profundo y reflexivo, alejado de este patrón de "superhéroe por accidente", así que entiendo la frustración de sus seguidores. También sale un tipo (Peter Sarsgaard) que inspira más lástima que otra cosa tan pronto analizas su situación (despreciado por su padre, ignorado por la chica que por supuesto está coladita por Hal), pero en su lugar simplifican los hechos y le convierten en un villano de tres al cuarto. Y hablando de Roma, sale Mark Strong, un líder Linterna Verde especializado en discursos moralistas inspiradores... ¡pero es Mark Strong! Y aquí no acaba la cosa: tiene la piel rojo demonio, está interesado en controlar el poder del anillo amarillo (verde es a voluntad como amarillo es a miedo) y, tío, ¡se llama “Sinestro"! Lo dicho, que con tanto dato alarmante cuesta pensar en otra cosa. 

Cuando acabé de verla me pareció potable para pasar el rato. Sin embargo, a medida que pienso en ella me parece cada vez peor. Como no he leído el comic (y a juzgar por el enfado de los fans) quiero pensar que sencillamente es una adaptación terrible, lo peor que ha dirigido el hasta ahora siempre solvente Martin Campbell.


A vueltas con el verde, ¿quién querría ver una película sobre un monstruo verde que sufre hipertrofia, retraso mental y que básicamente se dedica a destrozar cosas? Lo habéis adivinado: nadie. Edward Norton es un tío listo y lo sabe, así que la mayor preocupación de su Bruce Banner es que Hulk aparezca lo menos posible en pantalla y el interés de los espectadores se centre en las circunstancias y problemas que rodean al científico.

Como si la versión duermepiedras de Ang Lee jamás hubiera existido (ojalá fuera así), Louis Leterrier rueda con buen pulso una historia de huída, de búsqueda de una cura que acabe para siempre con la bestia que Bruce Banner lleva en su interior. Como la película no es novedad, no me extenderé en comentarla. Yo la vi con afán completista para encajar todas las piezas de la futura The Avengers (me falta Thor), sabiendo que la opinión crítica se dividió y que Edward Norton discutió con Warner Bros y no retomará el personaje (en su lugar estará Mark Ruffalo). Esto y el director elegido me hicieron pensar en su momento que la película sería totalmente palomitera, un batiburrillo de acción sin sentido. Sin que la cosa sea un tratado filosófico (no nos pasemos), el enfoque que le dan me parece adecuado teniendo en cuenta lo difícil que es el personaje. El villano se perfila poco a poco desde la primera secuencia, beneficiándose de que Tim Roth nos regale otro de sus papeles desquiciadillos y en general todo está en su sitio. Ahora tengo curiosidad por saber qué fue lo que despertó la ira de Edward Norton, a quien si duda echaré de menos en The Avengers. 


Rubio, alto, ojos azules, cachas, guapo, absurda y ofensivamente patriótico, como no podía ser de otra forma viniendo del emblema humano de los Estados Unidos de América, el puto mejor país del mundo. Me moría de ganas por ver cómo Hollywood intentaba colar a nivel internacional a semejante sujeto, un tío capaz de hacerse un traje con los colores de su bandera y lucirlo con orgullo. Si el concepto de Linterna Verde es difícil, el del Capitán América es directamente ridículo. Para mi sorpresa, lo pasé en grande con Capitán América, el Primer Vengador, una película sustentada en tres pilares: aventura clásica, sentido del humor y sana autocrítica. 

El muchacho que describo arriba no se parece en nada a Steve Rogers, un chico enclenque cuyo único deseo es defender a los más débiles. Solo hay un pequeño problema: él es el más débil. Una pésima condición física le ha impedido alistarse para ir al frente en cuatro ocasiones, pero él sigue intentándolo, jugándose con ello el ir a la cárcel por mentir acerca de su identidad. Su tesón hará que un alma caritativa (e influyente) se apiade de él y le conceda una oportunidad. Durante veinte minutos que pasan en un suspiro el bueno de Steve logra caernos en gracia et… voilà! Se ha obrado el milagro: a partir de este punto, consiguen que el Steve debilucho pero todo corazón siga latiendo bajo las capas de músculo del Capitán América, consiguiendo que nos sigamos empalizando con él cuando deba enfrentarse a la adversidad.

La película no se complica la existencia y juega sus bazas yendo de frente aunque evitando salpicarse con matices indeseados: el rival a batir rezuma tanta maldad como Steve pureza. Cráneo Rojo ha salido de las filas de Hitler, cierto, pero representa un peligro mucho mayor que el dictador. De este modo, las banderas dejan paso a la clásica lucha entre el bien y el mal, confrontación que tarda en llegar algo más de lo previsto porque… No quiero arruinar a nadie el visionado de la película, así que tan solo diré que la forma elegida por los guionistas para insertar el elemento patriótico es inesperada, divertida en ejecución y en explicación del origen del traje y, al menos en mi opinión, inteligente en tanto que suaviza el aspecto más antipático del personaje. Chris Evans ofrece una interpretación convincente como Capitán y está rodeado por un elenco de sólidos secundarios que ensalza el conjunto: Hayley Atwell, una bella muy bestia; Tomy Lee Jones haciendo de Tomy Lee Jones (otra vez); un acertadísimo Dominic Cooper como Howard Stark; Stanley Tucci, Toby Jones y, por supuesto, un Hugo Weaving inmenso e imponente como Cráneo Rojo que casi da más miedo con cara que sin ella. El desarrollo de la trama es suave, elegante y avanza con paso firme cubriendo todos los ángulos. La acción está rodada sin artificios (al fin y al cabo, el Capitán “solo” es un humano potenciado) y trabaja para la historia. En conclusión, Capitán América es una película redonda y bien acabada que entretendrá incluso a los escépticos como yo. Y como sé que no todos están de acuerdo con esta opinión, ¡venga, a rajar en los comentarios! 

¡Saludos! 

PD: qué mal le sienta el verano a este blog…

2 comentarios:

Onari dijo...

No se nota que somos frikis… qué va. Porque de Woody Allen no he visto nada, pero en cambio, ¡sí casi todo lo que comentas!
Empezando por X-Men, admito que el resultado final me pareció mejor de lo esperado. Cuando vi el tráiler (graaande), la verdad es que Charles y Erik me parecieron un miscast. Concretamente, a James McAvoy lo veía como futuro Magneto por alguna razón. A Michael Fassbender no había acabado de verlo desde su participación en Hex (dónde estaba fantástico en plan Angel caído – Hugo Boss), pero como la serie degeneró en cero coma, luego nunca lo reconocía en el resto de películas.
Sin embargo, a medida que trascurría el metraje, la película y la interpretación de ambos actores me convenció. Por supuesto, you know me, sufrí lo indecible viendo cómo se hacían amigos a sabiendas de lo que acabaría pasando U_U, pero creo que estuvo bien resuelto. Especialmente que ni Charles es tan bueno (un punto cabrón pedante, tiene, y no se porta nada bien con Mística) ni Erik es tan malo.
Estuvo bien, infinitamente mejor que el fiasco de X-Men 3, que he borrado por completo de mi mente :D
Sintiéndolo mucho no he visto Green Lantern… Y apenas recuerdo Hulk, de E.Norton, solo que me pareció correcta y que quedé hartita de favelas (casi tanto como con Fast&Furious…algo). Eso sí, en serio, ¿qué problema tiene todo el mundo con la de Ang Lee? A mí, al margen de que no veía a Eric Bana ni de broma, no me pareció tan mal. ¿Nos hallamos ante otro Alexander? Parece que muchas películas que consideráis aburridas a mí me parecen bien, habré desarrollado mi zen ;)
Finalmente, Capitán América (Thor si que aburre a las piedras)… Dude, acepto que la parte de pasearlo en mallas para conseguir que la gente compre bonos del ejército es bastante buena. Gamberra enough, no lo bastante como para considerarla ácida, pero divertida. Y también aprecié conocer al padre de Tony Stark, molt ben trobat. Pero más allá de eso, me pareció justita, incluso tirando a aburrida. A lo mejor es que un tirillas obsesionado con ser soldado no me llama, y por mucho músculo que le pongan después, sigue siendo el poster boy de las barras y estrellas. Además, Hayley Atwell me parece sosísima (ya me pasó en Los Pilares de la Tierra), no sé por qué. Ya sé que os hace gracia pero… LAS PELEAS SON UNA MIERDA ;) Y Cráneo Rojo… es tan… típico. Soy malo. Muy malo. Requetemalo. La maldad me pigmenta la piel… Y ahora me paso de malo y “la palmo”. Err… nope.
Lo mejor, el amigo. AUNQUE NEKROLITE ME MINTIERA (me dijo que no moría… yo no quería que pasara pero lo veía veniiiir). Una pena que no fuera Jensen, aish.
Thanks for sharing, Maestro ;)

L xx

JM dijo...

Onari, long time no virtually see!

¿Creíste que McAvoy y Fassbender eran un miscast? Me has dejado de piedra con esto O_O Para mí fueron el principal reclamo desde el minuto uno. Miento, desde el minuto dos: lo primero que vi de la peli fueron unas fotos del set de rodaje de Emma Frost que daban yuyu y un poster que, la verdad, me parece horrible (no el que va con la entrada, sino éste). El trailer y las primeras críticas me hicieron cogerle ganas y la película fue una grata sorpresa. Sabiendo lo que les esperaba y conociendo tus fetiches puedo imaginar que lo pasaras mal con el bromance de Charles y Erik :p Esta es una de esas historias que se basan claramente en el cómo y no el qué (si eres friki y te conoces de pé a pá la Bíblia mutante y tal, claro), aunque se lo montan bien para incorporar detalles como el que comentas de Charles: follarín , pedante, una joyita ^^. ¿Y sabes qué otro papel de Fassbender no debes recordar y juraría que te gusta? Va, voy a darte una pista jugando contigo a los diálogos:
―A mediodía de hoy, seréis hombres muertos. Que las cien naciones del imperio persa caigan sobre vosotros! ¡Nuestras flechas ocultarán el sol!
―¡Pues lucharemos a la sombra!

(vale usar Google, aunque no creo que te haga falta ;>).

No lo sientas, Green Lantern no merece la pena ni por Ryan Reynolds. Sobre el Hulk de Ang Lee solo te diré que es una de las dos películas con las que me he quedado dormido en una sala de cine (siendo la otra Zu Warriors XD) aunque, ahora que lo dices, creo recordar que en Alexander eché una cabezadita… :p Es cosa de gustos y de timing, supongo, no tiene más. De pequeño, la intocable Blade Runner me pareció aburrida; querría revisitarla, pues ahora recuerdo ese tempo como pausado y profundo. Quizá no fuese mi momento (no digo que con Alexander sea lo mismo, ¿eh? :p).

Con el Capi también me matas. La parte de los bonos no podía ser ácida viniendo de americanos (ni ninguna otra… ¿criticarse a sí mismos? Eso nos lo dejamos para los españoles, mujer), pero es divertidísima de lo tonta que es, igual que la forma en que enfocan lo bonachón que es Steve Rogers. ¡Si es que hasta le coges cariño, leñe! Y me cuesta ver cómo puedes considerar aburrida a ésta y no a… Alexander (vale, ya paro :p). Ya he reconocido abiertamente que el mero concepto del Capi me parece intragable, ahí no disiento, pero precisamente por eso me parece meritorio que la película funcione. Claro que esa es mi opinión: tú piensas justo lo contrario y mantienes la coherencia del discurso, so that’s ok n_n

¿Una mierda, las peleas? Jajaja. A ver, no me lo planteé demasiado, pero después de haber visto Hulk (la nueva), la impresión del super-soldado estaba mejor conseguida allí con Tim Roth que aquí con Chris Evans. Dándole vueltas, pensé en que era un efecto voluntario, que en Hulk trabajan con un suero mejorado y que en The Avengers le harán algún tipo de upgrade al Capi. Sí, muy friki, I know U_U Confieso que tu enfoque de Cráneo Rojo me ha hecho reír:
Soy malo. Muy malo. Requetemalo. La maldad me pigmenta la piel… Y ahora me paso de malo y “la palmo”. Err… nope.
Vale, nada que decir ^^ (bueno, sí, que Hugo Weaving es el puto amo. Period).

¡Saludos!

PD: NeKro hizo bien en mentirte porque se ve venir que al chico le va a pasar algo malo, pero no te imaginas que sea ni tan pronto ni de forma tan cruel.
P2: De Hayley Atwell quedé prendado en una película que amas por encima de todas las cosas… El sueño de Cassandra :p
PD3: Qué mala prensa le das a Thor, ugh.
¡PD4: Históricamente, está probado en este blog que comentar las pelis de Woody Allen es un fail. ¡Yo seguiré insistiendo!