15 de noviembre de 2013

Cine: "La vida de Adèle"

Como título, La vida (en primer plano) de Adèle haría mayor justicia al film de Abdellatif Kechiche. Durante tres horas nos mantiene pegados a detalles de la cara de Adèle, su nuca o cualquier parte de su cuerpo. Cualquiera. Eso es lo que la ha puesto en boca de todos. De acuerdo, os concedo que la Palma de Oro en Cannes tal vez haya tenido algo que ver...

Puede parecer que la homosexualidad es el tema principal de la película, pero en realidad se trata de identidad, del descubrimiento de uno mismo. Que dos mujeres se acuesten juntas en pantalla se convierte en algo accesorio, incluso molesto cuando se exceden con ello (seis minutos de polvo, lo cronometré). Creo que es más adecuado hablar de historias de amor y desamor filmadas de forma cercana, muy cercana. Tan literalmente cercana que solo hay planos medios en tres o cuatro ocasiones.

Entiendo el concepto de cinéma vérité. No obstante, considero innecesario que se recreen en mocos cayendo de nariz a barbilla cada vez que una protagonista llora. Regodearse en bocas abiertas masticando espaguetis con las comisuras manchadas de salsa de tomate tampoco parece capital. De hecho resulta contradictorio cuando en el acto sexual se ponen mojigatos con ausencia de sudores y otros fluidos. Es todo muy aséptico.


Adèle deambula por la vida sin rumbo definido, rompiendo corazones allí por donde pasa. Como crítica (la última), cuesta ver el magnetismo del personaje más allá de la belleza afeada de la actriz, Adèle Exarchopoulos. Es una adolescente aprendiendo a vivir, y quizá sea esa curiosidad reticente el mayor reclamo de su atracción. Lo contrario sucede con Emma (Léa Seydoux), un torbellino de la naturaleza de cabellera azul. A ella va dedicada el título internacional, sacado del comic en que se basa la historia: Blue is the warmest colour. La calidez de Emma enamora a Adèle tanto como a nosotros.

Al final uno se acostumbra a labios carnosos, pelo revuelto, poros y hasta manchas de espaguetis rebañadas con moco. Es más, es difícil de explicar cómo pasan a formar parte del encanto de la cinta otorgándole personalidad. El intimismo de la historia termina por calar; es entonces cuando reparamos en ese intrigante subtítulo que reza "episodios 1 y 2" y nos preguntamos con interés qué será de estas personas en los episodios 3, 4, 5...

¡Saludos!

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