“Terminator Salvation”... La han llamado “Salvation” para no llamarla “3” y que la gente se pregunte: “¿No había ya una 3?”. Sí, la había… y el esfuerzo por olvidarla persiste. La memoria colectiva (friki, se entiende) ha exterminado de sus compartimentos todo lo relacionado con aquella película: la Sexinator, Chuachi viejuno, Sarah Connor cutremente fallecida (Linda Hamilton fue lista y pasó de aparecer), Nick Stahl haciendo de John Connor (¿?) y Claire Danes…¿por qué salía ahí Claire Danes? Además, tenía un novio al que asesinaban nada más empezar y, a los dos minutos, ya hacía manitas con John Connor. Las simpatías hacia ella eran más difíciles de arrancar que Excalibur de la piedra, pero a lo que íbamos…
“Terminator: Salvation” por fin se centra en ese futuro postapocalíptico del que nos hablaban las anteriores películas, series y demás. Christian Bale ofrece un John Connor creíble pero un poquillo soso; Bryce Dallas Howard adopta el rol de Kate Brewster en la tercera (me gustaría saber por qué Claire Danes no quiso retomarlo…;p) y la estrella del show es un actor emergente llamado Sam Worthington, que interpreta a Marcus Wright (el chico dará que hablar –espero– en “Avatar”, lo próximo de James Cameron). Y hay un par de sorpresas más que no cuento por no arruinar alguna de las gracias del argumento.
Esta es la película que todos esperábamos ver cuando estrenaron la tercera en 2003. Es muy entretenida, pero (siempre hay un “pero”) le ha faltado el valor de hacer un replanteamiento completo de la saga. Esa idea, la renovación conceptual, ha funcionado de maravilla en “Star Trek” (o en las nuevas de Batman). Aquí tontean con ello en ciertos momentos, pero en otros intentan encajar en la continuidad. Una continuidad que, hablemos claro, es absurda: la línea temporal, qué la altera y qué no, cuándo y si hay o no solamente una, no tiene ningún sentido. Nunca lo ha tenido. Por eso mismo era divertido ir y venir Terminators con la misión de cargarse a John Connor y que pasaran de tonterías científicas que a nadie le interesan. Aquí intentan dar un poco de credibilidad, atar algunos cabos y…pa qué? La historia pide a gritos que no usemos ninguna neurona y simplemente disfrutemos de personajes cool, acción bien filmada y una nueva entrega de la franquicia con un nivel de calidad más que respetable.
El presupuesto es de 200 millones de dólares (calderilla...), pero parece ser que no ha funcionado bien en taquilla: recuperar semejante inversión es complicado y ahora dependen de la respuesta de los espectadores fuera de EUA. Creo que no le habría ido mal un director al que la estrella principal no le hiciese tanta sombra. Esto pone en peligro lo que, en un principio, iba a ser una trilogía. A ver si al final no son los Terminators lo que acaba matando a John Connor…
1 comentario:
Buf...en serio? Acabo de venir de verla y me ha parecido francamente absurda (salvo Sam-Markus, ciertamente). Pero bueno, mejor en persona!!
L xx
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