2 de junio de 2010

Cine: "Robin Hood"

El arquero más famoso de Inglaterra regresa por todo lo alto. Si no tenemos en cuenta la reciente serie de televisión de la que no fui capaz de pasar del segundo capítulo, el último en enfundarse las mallas verdes fue Kevin Costner. Los veinte años de diferencia se notan: donde la de Costner se revelaba como una aventura familiar con pelazos imposibles (tremendo Alan Rickman), esta también demuestra ser hija de su época mediante un acercamiento desmitificador y realista.

Robin Longstride es un tipo normal, un arquero de las huestes del rey Ricardo que se mantiene fiel a sus principios sin que le confundan con el típico buenazo, lo que le acarrea respeto y problemas a partes iguales, como encontronazos con un tal Pequeño John... Aunque algunos elementos hayan cambiado, la atmósfera es familiar. Del argumento, sin embargo, no voy a revelar más para no chafar nada a nadie.

El tándem compuesto por Ridley Scott y Russell Crowe lo ha vuelto a hacer: Robin Hood es una buena cinta, no cabe duda, pero no es redonda por tres o cuatro detalles. El arranque del asalto al castillo es impecable y potente; los personajes tienen el carisma y fuerza necesarios; además, la química entre Robin y Lady Marian, pieza clave del engranaje, es uno de los mayores aciertos (mira que me gusta Sienna Miller, pero suerte tenemos de que Cate Blanchett aceptara el papel de Marian).


Donde se diluye la consistencia del conjunto es, quizá, en la palpable importancia auto impuesta de estar reescribiendo el mito en su "versión Ultimate" para la generación actual. Eso dota a la película de un ritmo deliberadamente pausado y ha llevado a algunos a tachar a este Robin de "emo" ―si bien no comparto la vertiente crítica del comentario, tampoco puedo negarle cierta base XD―. Sin embargo, tanta calma se utiliza para avanzar con pies de plomo durante dos horas; por esa misma razón no entiendo el berenjenal conceptual (y anacrónico) en que se mete el último tramo del metraje, que empaña ligeramente la buena impresión global.


Ya querrían otras películas otear el nivel por donde se mueve Robin Hood, pero creo que con Sir Ridley Scott hay que ser especialmente puntilloso porque, cuando se aplica, nos regala esas maravillas que nos recuerdan por qué nos gusta tanto el cine.


Iba a hacer varias postdatas pero, como son casi pequeños comentarios, los pongo en forma de lista:


* Me preocupa este sheriff de Nottingham tan cutre… Como esto se convierta en franquicia, espero que busquen a otro villano.

* Hablando de villanos, un nombre: Mark Strong. Parece que se ha especializado en ellos, y la verdad es que no le quedan nada mal.

* Y seguimos con los villanos. Después de Ágora, me ha sorprendido gratamente la versatilidad de Oscar Isaac.

* Me da mucho rollo Kevin Durand (aquí, un desdibujado Little John), a quien su Keamy de Lost le ha infiltrado en el subconsciente colectivo. A ver si sube enteros y deja de ser un (llamativo) segundón.

* Por favor, que alguien de confianza le diga a Ridley Scott que… el plano de su mujer canta como una almeja ¬_¬


¡Saludos!