En
esta entrada hay SPOILERS.
Va dirigida principalmente a quienes ya han visto Into Darkness, la nueva película de Star Trek (todo trekkie viviente :p). Si aún no lo habéis hecho
porque teníais dudas, olvidadlas e id a verla: ¡es buena! Si por casualidad
ignoráis quiénes son Spock y James Kirk es que no vivís en este planeta,
tal vez os interesaría empezar por aquí.
Kirk
y Bones se precipitan por un acantilado para huir de una tribu que les da caza;
un volcán está a punto de eruptar arrasando con todo; el Enterprise emerge del
mar y surca los cielos. La vida de Spock, en el interior del volcán, pende de
un hilo... Nuestros temores se han esfumado: Star Trek ha vuelto sacando músculo.

Con
la presentación de universo y personajes satisfecha en la primera entrega, Into Darkness se permite el lujo de meternos de lleno en el meollo con una escena de
diez minutos que quita el aliento. Si bien la acción es brillante, su verdadera
fuerza radica en la psique de los personajes que la sostienen. Es evidente por
qué Kirk viola la primera directriz (desencadenante del conflicto de partida,
todo un clásico) para todos menos Spock, quien tiene mucho camino por recorrer
en la comprensión y aceptación de su mitad humana. La forma de ver la vida del
capitán y su primer oficial coexiste de modo complejo pero estimulante para
ambos: sus dinámicas de interacción funcionan. Para complicarlo tenemos la
relación de Spock y Uhura, quien duda de la plena implicación emocional de su
amante, en claro conflicto con su mitad vulcana. No acabo de verlos como
pareja, pero por otra parte me parece uno de los cambios más divertidos e inesperados
con respecto a la tripulación original. Por el momento no han dado ningún
patinazo y la sombra de un triángulo con Kirk brilla por su ausencia (dios nos
libre).

Otro
conflicto que se ha tratado es la capitanía de Kirk. El Enterprise suele llevar
el cacareado epíteto de "nave insignia de la Federación" y Jim Kirk
es... ¡joven! Con pocas tablas como líder, además. Fue uno de los puntos oscuros de la
primera entrega: Kirk se hacía con el mando tras la renuncia de Christopher
Pike, el antiguo capitán del Enterprise. Fue un movimiento torpe y extraño, con
el único fin de acabar la película por todo lo alto. Esta segunda parte
pretende enmendarlo pero, en mi opinión, mete la pata exactamente en el mismo
agujero. ¿Cuánto tiempo pasa Kirk "degradado" a primer oficial? ¿Horas?
El chaval madura a golpes y la muerte de Pike le asesta uno bien duro, pero
sigo sin entender por qué es él quien ocupa de nuevo el puesto. ¿Ningún oficial
de alto rango lo solicita? (es la nave por la que Will Riker prolongo eternamente su ascenso,
pues prefería ser el segundo a bordo de la mejor nave de la
Federación). Voy a resignarme a que se trata de una gran licencia que se toman
para poner a cada uno en su sitio antes de tiempo (fan-fiction con alto
presupuesto). Pasado ese punto, Kirk no solo pierde lo más parecido que tenía a un padre sino que nosotros perdemos a un gran secundario que aportaba
carisma y presencia, todo un Capitán.
Al
margen de no estar conforme al 100% con Kirk al mando (o al menos no así), es
el personaje que más ha mejorado. Chris Pine construye a un joven que se hace
querer pese a liarla cada dos por tres, rico en matices, capaz de bufonadas y
momentos dramáticos por igual. Si antes hablaba de su maduración a golpes,
ahora lo repito de forma literal: recibe como nadie, y recibe en cantidad. Me
gusta la forma en que transmite ira, impotencia, duda, chulería, resignación.... Está
estupendo. Tener a buenos actores en blockbusters es algo de agradecer ya que a
menudo es por donde cojean (The Avengers, Batman, Hunger Games... ¿la tendencia
está cambiando?). Zoe Saldana y Zachary Quinto son dos elecciones incuestionables
como Uhura y Spock. Disponer de bastante más que una cara bonita también
permite a los guionistas adentrarse en terrenos que se evitarían con actores
como... no quiero dar nombres, cada cual tiene sus "cara de acelga"
favoritos (Keanu ^^).

Por
esta razón, explorar las motivaciones del trío protagonista es el núcleo de la
historia junto a la trama del villano, interpretado por un Benedict Cumberbatch
desatado que envenena cada palabra y amenaza con cada mirada. Esta es otra de
las grandes mejoras con respecto a su antecesora, y es que seamos claros: Nero
era un chiste (lamentándolo por Eric Bana). Quienes conozcan a Cumberbatch por
la magnífica Sherlock se llevarán una grata sorpresa con el cambio de registro:
John Harrison está a la altura como rival de la Federación. ¿John Harrison? ¿O
debo decir...? Sí, mis queridos nueve lectores, el enemigo es Khan Noonien Singh. Dan el nombre completo por si a alguien le quedaban dudas de que hablamos del
mismo Khan que en Star Trek II.... la "otra" Star Trek II, la de
1982, La ira de Khan. Entonces interpretado por Ricardo Montalbán y
haciendo clara alusión a su trasfondo racial, la alteración del concepto es
notable. De hecho, tan cambiado está que un nuevo personaje, un súper soldado
cualquiera, hubiera cumplido el mismo cometido (al revelar su verdadero nombre,
el trekkie de pedigrí puede soltar un merecido WTF y al no trekkie tanto le
da). Con Khan juegan a las lealtades por necesidad, un viejo truco que
suele dar resultado y aquí ofrece muy buenos momentos, como el vuelo espacial
con Kirk o la toma de la nave del almirante Marcus. En balance, Cumberbatch lo
borda y a él hay que atribuirle parte del mérito de la cinta.

Entre
tanto talento interpretativo para elegir, dos tripulantes han visto mermada
su cantidad de escenas. La gran víctima es el joven Chekov, y a Sulu le dejan
solo una frase para lucirse como capitán en funciones (con lo que me gusta John Cho, caray). Como compensación, Bones y Scotty han ganado protagonismo. No sé
si tiene que ver con la fama de Karl Urban y Simon Pegg o con que son los que
dan más juego narrativo, el caso es que los momentos entre Kirk y Bones son
geniales, y Scotty como desahogo cómico no está nada mal. La nueva
incorporación, Carol Marcus (Alice Eve), en un futuro estará ahí para algo más que posar en
ropa interior, pero por ahora es lo que hay. Desde el momento en que se
presenta en la lanzadera, Bones no saca el ojo de encima a la doctora; después
flirtea abiertamente con ella cuando abren el torpedo, etc. Como se supone que
esto es un reboot y no un remake (a eso voy enseguida), yo les daba vía libre y
pasaba de la historia original porque les veo química. Si se han atrevido con
el Spock/Uhura...
 |
Pocas veces ha lucido tan hermosa... |
Para
ir acabando, retomo lo dicho: ¿reboot o remake? Amparándose en la distorsión
temporal de la primera película, vemos el mismo universo de la serie original y
las posteriores películas con ciertos detalles alterados como la edad de
Chekov, la relación de Uhura y Spock, el tuneado de Khan... ¿Reboot, pues?
Justificando el remake, no obstante, hay tramas calcadas como la de la
tripulación de Khan y la Bahía Botánica, la misión de cinco años que anuncian
al final (donde comenzó la serie original y que supuestamente nos encontraremos en la tercera
película) y momentos casi idénticos... casi. Me estoy haciendo la picha un lío,
en efecto, pero a donde quiero llegar es al final de la película con los roles
cambiados. Apruebo el concepto pero tengo una fuerte objeción: es demasiado
pronto para esa escena en este universo. Los Kirk y Spock de William Shatner y
Leonard Nimoy habían pasado tres largas temporadas y dos películas juntos antes
de llegar a ese punto. No solo eso, el archifamoso berrido vengativo de
"¡Khaaaaaaan!" lo lanza el muy humano Jimmy Kirk cuando Spock estira
la pata. Comprensible. Épico. Bien, la nueva versión, además de adolecer del
impacto de aquella (nadie se cree que Kirk vaya a diñarla de verdad), no se
siente igual de genuina. El nuevo Spock es un badass cuyos brotes de ira son
frecuentes que le ha cogido cariño a Kirk, pero a estas alturas de la partida
semejante reacción es algo desproporcionada. Es mi único gran "pero"
a toda la película...
Un
"pero" que es como una gota de agua en un océano de aciertos. Star
Trek: Into Darkness es un peliculón entretenidísimo y muy bien hecho que pone
el listón bien alto para la inevitable tercera entrega. El interrogante
inmediato está en la dirección: Abrams estará ocupado con la resurrección de
Star Wars, herida de muerte tras los episodios I, II y III. Sobre la trama, el
haber mostrado a los Klingon puede dar una idea de por dónde
irán los tiros. También está el inicio de la misión de exploración de cinco
años... Ahora mismo, les dejaba que me vendiesen enciclopedias.
Let's
punch it!
 |
Onanismo trekkie |
Reflexiones
de bar:
1)
La comunidad científica debería interponer una queja debido al impúdico modo en
que exhiben a sus integrantes. Hablo de la doctora Marcus, evidentemente XDD
2)
La renovación visual de los Klingon es bastante LOTResca. Las lentillas azules
no me motivaron, pero en conjunto impresionan más que gente fea con peluca y
maquillaje en la frente.
3)
¿Era necesario el cameo del Spock original? Es bienvenido, desde luego, pero no
hacía falta que nos dijesen lo malote que es Khan; es algo que él solo se
encarga de demostrar (como debe ser).
4)
Sobre la hipotética juventud de Kirk, William Shatner tenía 35 años cuando lo
interpretó por primera vez. Chris Pine, 29. Dejo el dato; las conclusiones son vuestras.
5)
Sobre el uso indiscriminado de brillos en la película, esta secuencia de gifs de Tumblr es
insuperable. ¡Gracias, Cos! ;)
6)
Es un detalle que Spock objete contra la misión militar y exija un juicio para
Khan en cuanto es reinstituido en el cargo de primer oficial. Lo mismo con
Scotty y su moralidad antibélica. Kirk, en su línea, se deja llevar por la
ira/venganza pero al final reacciona. Todos están in character.
7)
Otro bonito detalle es la decoración del despacho del almirante Marcus, con las
maquetas que van desde las primeras avionetas, cohetes… hasta el Enterprise.
Guiño histórico y trekkie a la vez ;)