
¿En qué se diferencian "The Record of Lodoss War" y "La Canción de Hielo y Fuego"? (hablemos de Parn y Jon, je je). Ambas son obras de fantasía medieval en mayor o menor grado, pero mientras la primera se conforma con acumular tópicos y prototipos, George R.R. Martin nos regala un maravilloso estudio de personajes, sus sentimientos y sus relaciones que, al fin y al cabo, es de lo que trata toda gran obra.
Las relaciones sentimentales, sin embargo, sí encierran todo tipo de trampas narrativas porque...hablan de AMOR. Oh, sí, AMOR, el gran tema. Ese mal que puede afectar a toda raza viviente (¡incluidos los villanos!;p) y al que tantos autores acuden cuando su obra pide a gritos un cambio de rumbo, una justificación de los motivos de un personaje o simplemente renovar tramas. Pero lo más importante es que al público le encanta (a algunos hombres también ;p).
Liar (o no liar) definitivamente a personajes protagonistas de una obra suele tener las siguientes consecuencias:
- Si se lían, uno de los motores de la historia se acaba ("Luz de luna"). Por eso no es extraño que casi todas las comedias románticas acaben con el beso final de la parejita protagonista. "Dawson Crece" es una de las pocas que tuvo el valor de ir más allá. Si la historia es coral, es muy probable que una parejita de nueva creación, si es estable, desaparezca de golpe o progresivamente de las tramas. ¿Por qué? Porque...
- Si se lían, los componentes de una pareja se vuelven aburridos. En "Anatomía de Grey" no paran de juntar y separar a sus personajes -a este paso superará a "Melrose Place"...- porque son conscientes de ello. ¿Y en "Battlestar Galáctica"? Menudo bajón que dieron Helo y Tyrol en cuanto tuvieron pareja estable; eso sí, lo de Tyrol lo arreglaron pronto escotilla mediante ;> Argumentalmente hablando, hay pocas parejas que soporten una unión estable y sigan siendo parte importante de la trama. Monica y Chandler lo logran en "Friends", pero como es una sitcom no estoy seguro de que sea un ejemplo muy válido.
- Si NO se lían, la historia se vuelve repetitiva. Por ejemplo, la legendaria "tensión sexual no resuelta" (U.S.T.) existente entre Mulder y Scully podía hacer gracia al principio. Pero es que a la octava temporada David Duchovny (Mulder) se largó de la serie y el tema seguía igual.
- Si el autor tiene el valor de hacer un triángulo amoroso, hay que aplaudirle por el mero hecho de intentarlo ya que son un fracaso popular de antemano. Son el perfecto ejemplo de "trampa narrativa": es demasiado sencillo caer en ellos y muy difícil dotarlos de un final satisfactorio para el propio autor, su público y la coherencia de la obra. Sin lugar a dudas, siempre me decanto por esta última sobre las otras dos: al público que le den, y a los caprichos del autor también (sus escenas, diálogos y personajes favoritos). Una historia debe estar bien contada. Punto.
En este último ejemplo, hablo de un triángulo decentemente construido, claro; es decir, en igualdad de condiciones para sus contendientes. La tontería que perpetra Stephenie Meyer en su saga vampírica "Crepúsculo" no tiene nombre: Jake nunca es un candidato real porque nada podrá separar el amor (¿inexplicable?) que Bella y Edward sienten el uno por el otro. Tampoco cualquiera de los pretendientes que se crucen en la vida de Derek o Meredith en "Anatomía de Grey" tiene ninguna importancia. Tan solo la primera vez que entró un tercero en la partida, pensamos (por la novedad) que alguien podía separar a la parejita de oro. Ahora ya no y, cuando recurren a ello, no te lo tomas en serio (véase el final de la cuarta temporada para una mayor claridad expositiva ;p).
Ver "Índice e Introducción de teorías"